domingo, 1 de agosto de 2010

DIOS ES EL PECADO ORIGINAL

Dios es el pecado original del hombre, y Dios es la mente del hombre. Dios es su esclavitud, pero el hombre no logra “darse cuenta” de eso. Dios es la mayor mentira que ha creado el hombre, la gran ficción, su mejor personaje, y desde ahí se generan millones de conflictos, existenciales, espirituales, sociales, económicos, culturales y personales. Si la sociedad se construye a partir de una mentira, entonces lo más probable es que la construcción entera sea una falsedad.

La sociedad se compone no de individuos, sino de unidades. Si se constituyera por individuos, no habría sociedad. La sociedad se constituye por las etiquetas, “eres latinoamericano, mexicano, hombre, de clase media, etc”. Es decir, te otorga una máscara, y esa máscara es lo que te aleja de tu verdadera naturaleza. Pero la sociedad, (cualquier sociedad), está llena de personas ignorantes de sí mismas.

Dios (tu mente) es ese ojo que todo lo observa, sólo que el ser humano lo proyecta hacia los cielos, en vez de ubicarlo en el lugar correcto (dentro de cada uno de nosotros). “Dios te observa, Dios sabe lo que estás haciendo” ¿Alguna vez se habrán preguntado cómo está en todas partes atento a todas las criaturas del universo? La trampa de Dios es sencilla: con que esté en la cabeza de cada uno, cada uno se conducirá en base a la ética del miedo.

La ética del miedo es un constructo social. Así educan las madres a los hijos: “pórtate bien, si no, le voy a decir a tu papá para que te regañe”. Y el niño comienza a portarse bien, no porque sea bueno, sino porque teme el castigo. Así lo que hacen los padres es castrar a los hijos; de esa forma le van creando una mente, una ideología. El niño no cuestiona, el niño, “virgen de mente”, simplemente observa e integra todo a su futura programación, así comienza a descubrir cómo funciona el mundo, esa es la forma en la que va creando a su Dios.

A la sociedad le conviene que existan las religiones. Religiones sin religiosidad, por supuesto, porque la verdadera religiosidad está fuera y muy lejos de las iglesias y de los templos. La religiosidad es espiritualidad, contacto con lo divino. Pero las religiones su fundan en el miedo. La religiosidad es seguridad (no en Dios, sino en ti mismo). La religión es miedo a ser castigado, o bien, conveniencia. “Te conviene quedar bien con el señor Dios, porque él te puede dar todo aquello por lo que no deseas trabajar”.

¿Por qué piensa el hombre así? Porque eso es lo que te enseña la sociedad. Actúas por dos motivaciones: miedo al castigo y conveniencia. Eso es la sociedad, y eso es la mente: miedo y conveniencia.

Hace falta conciencia para liberarnos, primero de nuestra propia mente, y luego de la sociedad que te oprime y manipula. No puedes liberarte de la sociedad si no has comenzado por liberarte de ti.

Me resulta risible observar cómo ciertas mujeres llevan imágenes religiosas a sus casas, y dedican un tiempo a hablar con ellas. ¿Acaso no se dan cuenta de su psicosis? ¿No se enteran jamás de que a lo que le hablan sólo es una figura de cerámica? Igual podrían hablarle a la figura de una rana, de cualquier forma no hay nadie ahí. Pero ¿por qué lo hacen? Creo que estas mujeres, y algunos hombres por supuesto, influidos por los reallity shows, creen que Dios tiene cámaras escondidas en los rincones de su casa, y desde su oficina en el cielo monitorea todos sus actos. Así si Dios ve que le hablas a una imagen de su séquito entonces eres “bueno” y puede ser que te conceda uno que otro favorcillo.

Pero lo que más me llama realmente la atención es saber cómo le hacen para apagar esas cámaras cuando hacen cosas que a ojos de Dios no serían bien vistas. ¿Será que por eso, esas cosas no las hacen en sus casas? ¿Pensarán que Dios no tiene cámaras en burdeles, moteles y cantinas? ¿Creerán que cuando maltratan a sus hijos o a un vecino, Dios no los ve mal porque están haciendo lo que él quiere? Y ¿Qué es lo que quiere Dios? Que te rindas ante él, que te arrodilles ante su autoridad. Y ¿Cómo sabrán estas personas qué es lo que quiere Dios? Pues por lo que dicen los sacerdotes, los que son más allegados a Dios. ¿De verdad creen eso?

A mi parecer nadie cree realmente en Dios. Para mí el ser humano contemporáneo no tiene nada de ingenuo, pero es sumamente mentiroso. Los seres humanos sostienen la mentira de Dios, ¿por qué? Porque le conviene a la mayoría. Juegan el juego y de esa forma no se comprometen. ¿Comprometen a qué? Pues a depender únicamente de sí mismos. Es más fácil buscar culpables que hacerse responsables de sí mismos. Por eso nadie niega a Dios, nadie cree en él, pero nadie lo niega. Además, para negarlo, haría falta valor, coraje, tener las agallas para decir lo que piensa, o mejor dicho: pensar, para empezar.

El ser humano contemporáneo no sabe pensar, y eso es porque todo lo hace su mente. El ser humano jamás piensa por sí mismo, posee una excelente programación que hace todo el trabajo por él. Así la mente, que es el cúmulo de conocimientos e ideología de la sociedad, arroja lo que tú consideras es una idea personal, cuando ignoras que esa idea no es tuya, que sólo es el resultado arrojado por un software que de antemano fue manipulado por el aparato social.

Dios es la mentira de las mentiras, y es un castigo, un suplicio, es tu prisión; creer en dios es humillar la calidad humana. Dios es un consuelo de tontos. Dios es sólo un soporte, (innecesario). Dios no es la solución a ningún problema. La verdad no hace concesiones. La verdad “es lo que es”, no “lo que tú quisieras que fuera o quieres que sea”.

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